La sombra es aquello que reprimimos, que no aceptamos y que los mandamos al inconsciente, como al sótano para que no los mostremos al mundo. Lo que mandamos a la sombra es como un peligro, algo despreciable o no deseado. Si no trabajamos con nuestra sombra nos perdemos una parte de nosotros, y la vida se hace menos completa. Los rasgos que escondemos son los que sentimos que amenazan al personaje, a eso que mostramos al mundo.
El Tao es todo lo que existe, luz y sombra, y todo necesita de su opuesto, no podemos ser unilaterales porque eso no tiene sentido. Sin embargo en la educación se nos prohíbe sentir ciertas cosas, entonces aprendemos un modo de sobrevivir mostrando una parte y escondiendo, reprimiendo otras.
En la sombra se lleva la agresividad, los celos, el egocentrismo, pero también las bellas cualidades que a veces se esconden. La sombra no es ni buena ni mala, solamente es, y necesitamos domesticarla, ser dueño para que no sea autónoma.
La sombra aunque la quiera esconder de repente tiende a salir, y cuando sale le atribuimos la culpa a algo de fuera, a otra persona o a las circunstancias. Todos tenemos un Jekyll y míster Hyde.
Cuando no reconocemos esa parte de la sombra, proyectamos fuera eso y nos volvemos reservados, o violentos o descontrolados. En definitiva nos bloqueamos porque no podemos comprender que eso nos pertenece, y solamente nosotros somos los que podemos hacer algo para integrar esa cualidad.
Revisar articulo de las proyecciones
Para mostrar un personaje, tengo que llevar a la sombra ciertas cualidades que se oponen al personaje. Cuando vivo con mucho esfuerzo mi personaje, me vuelvo rígido porque me impido salirme de ese guion.
Necesitamos libertad, sensualidad, descanso, placer, etc. para ser completos.
Persona es lo que mostramos para poder sobrevivir y adaptarme a la vida social, todo lo que no muestro es la sombra. La persona es el modo de expresarnos, es lo que dejo ver al mundo aunque a veces no me gustaría o está en contra de mis deseos o necesidades, incluso las más profundas y dignas.
Solemos tener mucho miedo de perder el personaje, porque este me dio una identidad, aunque ficticia, me da un lugar en el mundo y los otros me reconocen gracias a ese personaje. En el fondo todos necesitamos ese reconocimiento de los otros, ya que somos animales sociales.
Una fuerte represión de la sombra puede generar problemas psicológicos e incluso físicos, depresiones, ansiedad, dolores, contracturas...
Por muy rápido que corras
tu sombra no sólo te sigue siempre
sino que, a veces, ¡Se te adelanta!
Solo el pleno sol sobre la vertical
te reduce la sombra.
¡Pero esa sombra también
te hace un servicio!
Lo que te duele, te bendice.
La oscuridad es tu candela.
Tus límites son tu búsqueda.
Podría explicar todo esto,
pero se rompería el cristal que cubre tu corazón
y eso no hay forma de arreglarlo.
Tienes que tener tanto una sombra
como una fuente de luz.
Escucha y reposa tu cabeza
bajo el árbol del sobrecogimiento.
Cuando, desde ese árbol,
te empiecen a brotar plumas y alas
quédate más callado que una paloma…
Ahí, en el aliento silencioso
es donde vive el alma.
Rumi
Al reconocer nuestra propias proyecciones nos liberamos de la vergüenza y de la culpa, también somos conscientes de que llevamos informaciones heredades y sanamos nuestras relaciones. El trabajo con la sombra es un trabajo con el alma.
"El cielo y el infierno solamente están separados por un acto de consciencia."
Robert A. Johnson
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